lunes, 9 de abril de 2012


Leipzig, 25 de enero/1977


Cómo.
Quién me va a quitar tantas ausencias
tanto partir herido.
De qué manera van a poder evitar
la primera plana de los diarios
el morir de los amigos.
Cómo
te pregunto.
Me pregunto
en dónde está la alegría.
En las calles.
Tras el rostro de algún niño.
Tantas veces
recordar en la distancia.
Amigo
nos vamos haciendo hombres.
Te pregunto.
Me pregunto
es tan difícil la vida.


domingo, 8 de abril de 2012


Miré de repente las paredes una a una,
las plantas,
las enredaderas revividas de hojas nuevas,
luciendo primavera
y mis caballitos soñando pampas lejanas
sobre el escritorio.
Es de noche y el silencio me niega Buenos Aires.
Una lámpara, algún disco
y la sensación de que no es cierto.
Cuánto tiempo más
removeré las camas y los libros
en un país lejano
en otro mundo
en un juego que no aprendí a jugar,
en una campana de cristal
desde donde miro pasar el tiempo
desde donde no puedo sacar la mano
para acariciar tus sueños.



Leipzig, junio 23 de 1979

Karl-Marx-Stadt, sábado 14 de abril de 1979  


Pena grande
cuando es sábado de gloria, como hoy,
y uno no tiene ni un cigarrillo ni un trago
aquí cerca
y cuando uno está atragantado de cosas,
comentarios, cariños, recuerdos,
provincias lejanas que se cuelgan en los ojos,
y uno quisiera sentarse en un café
a arreglar el mundo como tantas otras veces,
a ver pasar el tiempo vestido de esmeralda
o corrientes, obelisco y diagonal.
Pena pena pena
cuando aparece tu figura que caprichosamente
no olvido
cuando olvido los nombres de calles
y amigos
pena de querer decirte un verso
no versearte
o de cantarte
ni las cuarenta ni la precisa:
cantarte un tango compadrito y reo
mientras miramos el fondo de la taza
y nos reímos de estar juntos
de querernos
de saber que no nos vamos a olvidar
pero qué bronca
de saber que no nos vamos a ver más.

Ya ves, aunque es sábado de gloria
y no se escucha ni un murmullo
ni hay un trago ni un cigarro
ni verso ni café
te escribo
te recuerdo porque hace varios años
un día como hoy
que no fue sábado de gloria
ni abril europeo sino nuestro
le dijiste a mi madre que me cuidara mucho
y por detrás de las rejas
yo dije tu nombre y sonreí
sin imaginar
sin siquiera pensar
en mi primera privación de libertad
en el abril europeo y los sábados de gloria.
Yo sonreí nomás
y te pensé un poquito
como siempre te pienso.

Qué pena, pena bronca
saber que estás allá
y aquí es de noche
y nadie toca un tango ni hay amigos
que digan te acordás
y huyan contigo
aunque sea un momento
a meterse en esa bolsa de pasados
a ver pasar los años en imágenes,
como yo,
como nosotros en el fondo de la taza,
antes del amor
y después del reencuentro
sin querer creerme que me voy
y es cierto
será la última vez porque me voy
y no estoy loca
es todo muy difícil
y no es mi decisión pero me voy.

Qué pena, pena rabia
sin camelos y sin prisa
te escribo este recuento
qué bronca
tengo tiempo y Buenos Aires está lejos.
Caminaremos del Paulista a Plaza Francia
sin soltarnos la mano
porque si no me pierdo
y es tan difícil
está oscuro
y Los Sonidos del Silencio...
No puede ser pero me voy
aunque no creas
voy a volver tan pronto


Pero hoy es sábado de gloria
y pena bronca
me ha sorprendido otro abril europeo.