lunes, 10 de marzo de 2014

Lentamente
nos fuimos arrimando las cenizas.
Buenos Aires era entonces sólo un sitio
una zona
un lugar donde vivir la angustia
y tus manos como un nido

Poco a poco encontramos
nuestras vidas

Ahora la ausencia es
simplemente
un estado de no estar
una distancia
una muerte más fácil

entre nosotros nunca habrá final.


                  Entre nosotros nunca habrá final
                  así como nunca hubo principio.

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